Mi experiencia con la DIETA DE LA ZONA

Como he comentado en varias ocasiones que hago la dieta de la zona, he recibido peticiones para que aclare algo sobre la misma, después de mucho tiempo me he animado a escribir sobre ella.

Esta entrada no está patrocinada, ni ninguna otra hasta la fecha. Son, simplemente, mis impresiones sobre la dieta. Nada más lejos de mi intención que hacerme pasar por una experta en nutrición, porque no lo soy, tampoco dictar desde aquí la dieta que se debe seguir, ni siquiera esta. Solo comentaré mi opinión personal sobre lo que ha supuesto para mi la dieta de la zona. 

Puedes conseguir la dieta en muchas páginas de Internet,  en centros dietéticos y en muchos herbolarios, en you tube puedes ver vídeos. Yo jamás recomendaría hacerla sin supervisión médica. 

LA DIETA DE LA ZONA fue diseñada por Barry Sears, investigador bioquímico del Instituto de Massachusetts. Su principio fundamental es que cada comida debe cumplir un estricto equilibrio entre carbohidratos, proteínas y grasas, en la proporción 40%, 30%, 30%.

LA ZONA, es el término que usa Bears para designar al balance hormonal adecuado. Él sostiene que con esa proporción de alimentos de los tres grupos se liberan ciertos químicos anti-inflamatorios (un tipo de eicosanoides). 

¿NOS TOMAMOS UN CORTADO Y TE CUENTO COMO ME HA IDO?

He hecho dietas toda mi vida, de modo que además de otras colecciones he coleccionado dietas y las he puesto en práctica. En algunas ocasiones lo intenté con médicos pero me sentaban como un tiro, o estaba sumamente decaída, o subía al poco tiempo como un "yo-yo", o no eran sanas en absoluto. 

Hace unos 6 ó 7 años leí una entrevista a una doctora en nutrición en la que hablaba de esta dieta y de las famosas intolerancias y tuve la corazonada (soy algo brujilla) de que había encontrado la dieta de mi vida. Y así ha sido. La hago desde ese momento con estricto control médico. Con respecto a las intolerancias ya hice una entrada AQUÍ. Los dos primeros años mantuve el peso ideal.

Con el blog subí 4 kilos en casi 4 años, seguí con la dieta pero comiendo más cantidad o simplemente porque cocino algo que me resulta más tentador, si no tuviera el blog igual lo sustituiría por otra cosa. A todo ello hay que añadirle que compro y cocino para mi marido que come absolutamente de todo y a veces me resulta un poco duro no compartir con él mis comidas.

Hace algo más de dos meses me mentalicé de nuevo (todo reside en el coco) y ya los bajé, a razón de medio kilo semanal, tampoco es cuestión de que la ley de la gravedad haga estragos. No hay duda de que es un cambio de hábitos y ello requiere esfuerzo y rigurosidad.

PROS 

* Por primera vez en mi vida encontré una dieta que me quitara la ansiedad por comer algo dulce al rato de haber acabado de comer. No bebo ni una gota de alcohol, no he fumado jamás, ni tabaco ni "na de na", pero la sensación por comer algo dulce me supongo que es lo más parecido al "mono". 

* Parece que esta combinación de alimentos estabiliza o controla, los estados de hiperglucemia o hipoglucemia. El pico de glucosa después de comer se reduce considerablemente. Ciertamente "el mono" desaparece, en mi caso, desde el primer día en el que combino los alimentos con las pautas indicadas. 

* No es una dieta milagro. Es una forma de alimentarse para el resto de la vida.

* Reduce considerablemente el apetito. Esa señal que "dicen" que llega al cerebro cuando uno ha comido lo suficiente a mi se me perdía por el camino. Simplemente no seguía comiendo por una fuerza de voluntad infinita. Me engañaría si dijera que ya estaba satisfecha. Con esta dieta me lleno enseguida.

* Hago seis comidas al día, tres algo más fuertes: desayuno, comida y cena, y tres tentempiés. Soy muy disciplinada y no me salto ninguna, aunque he de reconocer que el tentempié que me tomo un momento antes de cerrar el ojillo por la noche, no solo me parece un lujo sino que además me permite no estar demasiadas horas sin comer. En mi caso, siempre es lo mismo porque ha sido lo que he elegido: un yogur de soja con tres almendras que reune la proporción de proteina, carbohidratos y grasa necesaria.

* No tiene menús preestablecidos, cada uno elige lo que prefiere, dentro, claro está, de las pautas recomendadas. No hay monotonía, ni se pasa hambre.

* Creo que mi dieta es bastante sana, como frutas, verduras, ensaladas, legumbres, cereales, carne, pescado. Todo ello con la excepción de aquello a lo que le tengo intolerancia o que perjudica a mi hipertensión y con la proporción recomendada en la dieta.

* En cuanto a las proteínas, procuro que sean las más "sanas", en lugar de carne roja (la limito, como mucho a una vez al mes) como pavo, pollo, conejo, jamón serrano, pescado blanco, pescado azul, marisco. Por circunstancias personales, que no vienen a cuento, tengo que comer 5 kiwis al día. Pues bien, con esta dieta no tengo ningún problema en adaptar los "bloques" a mis gustos y a mis necesidades. 

* Las analíticas me salen bordadas, tengo controlado el colesterol "malo" (LDL) y el "bueno" (HDL) lo tengo bien alto.

* Me produce una gran sensación de vitalidad.

* El sistema propone pesar los alimentos. Creo que lo hice durante un par de días. Los que estamos acostumbrados a cocinar calculamos con facilidad cantidades. De todas formas, ofrecen una forma muy gráfica de calcular las porciones de proteínas, carbohidratos y grasas. Puedes verla AQUÍ. 

* Se puede comer fuera sin problemas. Es muy fácil elegir las proteinas, los carbohidratos y las grasas dentro de la carta que te ofrezcan.

* Fácil de llevar en un tupper al trabajo. Como hay tanto donde elegir puedes hacerlo dentro de aquello que te resulte más cómodo.

* ¿Qué si me salto la dieta? ¡Uf, más veces de las que quisiera! Por regla general en unas dos comidas al mes meto algún pequeño gol. Especialmente con las cosas dulces que son mi perdición.  De todas formas, con este tipo de dieta soy capaz de volverme a subir al tren en la siguiente comida. Realmente, el cuerpo te lo pide, porque con ella se encuentra uno mucho mejor.

* Tengo un truquillo, un poco tonto, pero que me va muy bien. En un calendario colocado en el frigorífico rodeo con un rotulador rojo el día correcto, el objetivo conseguido, y con una estrella el día en el que me he desmadrado. Es suficientemente motivador para no saltarme con frecuencia la dieta.

* Procuro tener bien abastecida la despensa, el frigorífico y el congelador con los alimentos que puedo comer y elaboro mi comida  en primer lugar. Encuentro más duro, por ejemplo, hacer un arroz a la cubana con todos sus complementos y después hacerme lo mío.  

* Salvo el Omega 3 que lo tomé durante algún tiempo, NUNCA HE SUSTITUIDO ninguna comida por los productos que comercializan. Dicho de otra forma, no he necesitado comprar ninguno de sus productos.

* Bajo sin dificultad medio kilo a la semana. También hago ejercicio, camino y hago una tabla de Pilates en piscina. La edad - ya NO cumplo los 60 - es un obstáculo, como lo es también el haber hecho dietas toda la vida, el cuerpo tiene memoria y "está en guardia". Supongo que a los más jóvenes les costará menos. 

* Los enlaces oficiales no me convencen mucho, son poco didácticos y la dieta resulta más complicada de lo que en realidad es. No obstante, te añado un vídeo para que tengas una idea de como es La dieta de la zona en la práctica y unos trucos o claves para no comer lo que nos engorda, AQUÍ

CONTRAS

* Los libros son "verdaderos petardos", por mi experiencia profesional te aseguro que son lo menos didácticos que he visto en mi vida. Me he leído cuatro, a cual peor. En cambio, los trípticos que ofrecen gratis en algunos centros dietéticos o herbolarios no están nada mal y te haces mejor idea de los bloques, y la forma de calcular con la mano el tamaño de la porciones, que es ideal. También regalan un CD que es bastante más didáctico que los libros.  

* "Sospecho" que como la dieta la encuentras en Internet, herbolarios y demás, el verdadero negocio reside en los "tropecientos" sustitutos de comidas que venden. Insisto que me ha ido genial y no he comprado ni uno.

* Efectivamente, en ocasiones se hace cuesta arriba comer proteínas en todas las comidas (incluidos los tentempiés). Por ejemplo, en vez de desayunar el pan con jamón serrano se me apetece más con mermelada. Curiosamente, una prueba más de ese equilibrio entre los tres grupos de alimentos que la dieta requiere, si no como proteína al poco rato me entra un hambre terrible.

... PARA COMPENSAR ESTA ENTRADA EN LA PRÓXIMA PROMETO UN BUEN POSTRE, JE, JE. ¡¡¡¡Los hay masoquistas!!!!

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