Tarta de queso y mermelada de moras

Hace unos 20 años, una compañera de trabajo me dio esta receta, y, sin duda, los que la prueban opinan que es la mejor tarta de queso de todas las que han probado. Yo modifiqué algo la ejecución para evitar problemas. 

Sé que por la red circulan muchas recetas de tarta de queso, siempre que veo alguna la leo para ver si coincide, pero, hasta ahora, no la he visto publicada. A la vista puede parecerte otra más, pero te aseguro que no, ésta tiene el sabor y la textura perfectas. Los amigos y familiares me comentan desde que inicié el blog: ¿pero Oli, aún no has puesto la tarta de queso? Bien, todo tiene su momento y ese día llegó.

Una gran ventaja es que como no ofrece ninguna dificultad, sale bien a la primera, incluso a los novatos. Precisamente a ti si eres novato, te quiero advertir que puedes hacer cambios en algunas recetas, un poco más de cebolla, por aquí; a ésta le cambio este ingrediente, por allá; pero, ¡ojito con los postres! aquí los cambios pueden darte un resultado catastrófico.

Un gran inconveniente, que no congela bien, pero permite hacerla un par de días antes de consumirla y guardar en la nevera sin desmoldear.

INGREDIENTES


Medio vaso (de los de agua) de leche. Yo uso desnatada, pero queda bien con la entera y la semi.
1 terrina de queso Philadelphia. Yo uso light.
3 brick pequeños de nata (de 200 ml cada uno). Yo uso indistintamente, Danone, Kalise, La Asturiana, no he notado la diferencia en esta mezcla.
1 sobre de cuajada Royal. Viene en polvos en una cajita parecida a la de los polvos de levadura, con varios sobres dentro, la encuentras en cualquier supermercado.
4 cucharadas soperas de azúcar.
2 botes de mermelada de La vieja Fábrica "Mora de zarza"
Unas 15 ó 18 lenguas de gato. Me gusta la de BOUDOIRS, pero puedes usar de otra marca, si son buenas.

PREPARACIÓN

     1. Extiende la mermelada en un molde redondo de silicona . Si no tienes molde de silicona, no te preocupes, durante muchos años la hice en una paella de barro grande y sale muy bien.Guárdalo en el congelador mientras haces la mezcla. 

      2. La mezcla de leche, queso, nata, cuajada y azúcar la puedes hacer tanto en un caldero al fuego, como en la TMX.

      Si la haces al fuego, utiliza un caldero de fondo grueso y       remueve, CONSTANTEMENTE, para que no se pegue, hasta que veas que hace "chu-chup" y está casi a punto de hervir.

     Si la haces en TMX, programa 10 minutos, 100º velocidad 3.

    3. Saca el molde del congelador y échale, delicadamente, la mezcla por encima de la mermelada, aún está casi líquida, pero desde que se enfríe cuajará, así que sin demora vete colocando los trozos de lenguas de gato como se ve en la foto. Deja los extremos redondeados para el reborde para que al darle la vuelta se vea mejor terminada.

    4. Cuando hayas cubierto el fondo con las lenguas de gato (siempre queda algún agujerillo), presiona ligeramente con la mano extendida para introducirlas un poco en la mezcla, ya apreciarás que se está espesando. Guarda en la nevera 2 ó 3 horas, hasta que esté bien fría.

    5. Puedes mantenerla así durante 2 ó 3 días, repito que congelada pierde mucho. Unas horas antes de servirla le apoyas un plato bien grande por encima y le das la vuelta, como si fuera una tortilla de papas. Si el molde que has utilizado no es de silicona, quizás tengas que pasarle un  cuchillo por el reborde, para desprenderla de los laterales, antes de darle la vuelta.

NOTAS

Habré hecho esta tarta unas cien veces, y me quedo corta, y habré dado esta receta otras tantas. Me comentan después de hacerla que les ha salido bordada, pero hay "primerizos" que me dicen: no, yo no tenía cuajada y le puse "no sé que"; no, yo cambié de marca de ... ; no yo no tenía lenguas de gato y le puse galletas. Perdón, esas son otras recetas no la que doy ¿de acuerdo? Los experimentos con gaseosa.

Espero que les haya gustado a los compañeros del trabajo de mi marido, debe haber sido así, porque me llamó él por teléfono y al fondo oía los gritos:¡VIVA!¡BRAVO!¡QUÉ LA REPITA!

A tí te comento que si no la haces no tienes perdón de Dios, y un ruego, cuando la estés saboreando cómete un poquito a mi salud ¿vale?