Esto no es una receta claro, pero no me he podido resistir a poner este truco en el blog. Lo puedes hacer con cualquier bizcocho, yo lo he realizado con el de yogur que presenté hace poco. Sinceramente, no sé que está mejor, si el bizcocho fresco o el tostado.
INGREDIENTES:
1 bizcocho.
1 cuchillo.
1 horno.
1 lata para guardarlo.
1 servilleta de papel.
Por poner ingredientes que no quede.
PREPARACIÓN:
Corta el bizcocho en rodajas finas.
Precalienta el horno a 100 º o menos, nunca más.
Hornea las rodajas sobre papel de horno casi 2 horas - ten en cuenta, que al igual que ocurre con las galletas al enfriarse se endurecen y quedan crujientes-.
Deja enfriar y guárdalo en una lata, sobre una servilleta de papel, procura dejar algo de la misma sobresaliendo un poco, para que la tapa quede mejor ajustada.
NOTA:
La única nota que puedo añadir es que no quiero una demanda por daños y perjuicios si engordas con el invento.
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